Tres meses en los que hemos pasado de una aparente normalidad a lo que la actualidad se denomina en terminología orwelliana «nueva normalidad».
Es cierto que aunque pretendemos hacer lo mismo que hacíamos hace tres meses, videoconferencias aparte, no es posible hacer las cosas como les hacíamos hace tres meses atrás.
El denominado teletrabajo ha permitido una salida parcial y temporal a lo que esta parada de la actividad
económica está suponiendo, pero el teletrabajo no cierra el círculo.
Son muchas las empresas que necesitan ejecutar su actividad sobre el terreno, necesitan transformar materias primas en productos acabados, servicios que deben llevarse a cabo de forma presencial. Es necesaria la manufactura en tiempo y forma.
Hoy en día comienzan a ser un número importante los centros de trabajo que han reiniciado o reforzado su actividad, pero ni el nivel de demanda es el que ni los ritmos de producción eran los que eran.
Las medidas de seguridad impliquen incrementos de costes directos y una ralentización de los ritmos de trabajo.
La realidad descrita implica irremediablemente una revisión del escenario establecido a la hora de estudiar la viabilidad de nuestro negocio.
Años atrás oímos hablar de las pruebas de estrés en la banca. «Sólo» se trataba de prever escenarios posibles e intentar averiguarlos posibles consecuencias que sufrirían las entidades bancarias ante determinadas situaciones de carácter social, económico y financiero.
Ahora nos ha llegado a nosotros el momento de realizar las pruebas de estrés en nuestros propios negocios.
Nos movemos en un entorno de incertidumbre muy importante lo que hace imprescindible trabajar con previsiones a corto y medio plazo y conocer así cuál es nuestra capacidad como empresa para dar respuesta a posibles escenarios futuros.
Tomando como base información presente, podremos trabajar políticas de precios tanto presentes como futuros, tendencias de la demanda, estimaciones sobre el grado de necesidad de nuestros productos y/o servicios, riesgo e implicaciones de la morosidad, necesidades en el ámbito financiero y estrategias de ventas.
Ante esta realidad, Tarongí Consultoría le presenta una propuesta asistencia externa para trabajar de forma individualizada y adaptada a las necesidades particulares de cada negocio con el objetivo de procesar la información disponible y generar proyecciones a corto y medio plazo que faciliten la toma de decisiones de forma raonada y fundamentada.
Será agrado para nosotros atender sus consultas personalmente y profundizar de forma concreta en la casuística particular de cada negocio con el único propósito de establecer objetivos concretos y precisos que permitan dar respuesta a sus cuestiones.
Rosa Tarongí
Dra. Tarongí Consultoría
